

La última dictadura militar, no solamente nos dejó el legado de 30.000 hermanos desaparecidos, sino de muchos cambios que hoy sentimos profundamente y que hacen de Argentina un país sin paradigmas y sin sueños y que de alguna manera se encuentra a la deriva.
Una falta de política educativa que día a día se agudiza y que convirtió a nuestro sistema público y gratuito en un bastión para las clases dominantes en el ingreso y acceso a los centros de altos estudios.
Un abandono de las políticas de salud pública que ha hecho que vuelvan a emerger “enfermedades de la pobreza”, como la desnutrición, las enfermedades hídricas, la tuberculosis entre otras….., no sólo por falta de presupuesto, sino también por esa “formación” incompleta ( por sobre todo en el compromiso social ) dada a los profesionales.
Un desinterés en la realización de viviendas sociales, no solo orientadas a los mas desprotegidos, sino tambien a la clase media, lo que produce en los centros urbanos una gran movilidad, una falta de arraigo con el desinterés entonces de la gente de involucrarse en los temas cotidianos que impactan en su vida comunitaria…., en otras palabras aumentando eso del “no te metas” tan incentivado por la dictadura militar, como forma de aumentar el descompromiso de la población ante lo que pasaba a su alrededor.
Ningún gobierno de la democracia ha estado a la altura de las circunstancias para atacar estos problemas de fondo y esto también tiene que ver con la formación intelectual de 34 años, en donde se resalta el individualismo y el sálvese quien pueda…, no por acaso la política se ha vuelto una profesión remunerativa en donde valen los intereses de un grupo a los intereses sociales.
Llama la atención que los íconos que generan los medios audiovisuales, salen de programas de “periodistas que comenzaron su carrera con el Gordo Muñoz, aquel relator de fútbol fiel a las juntas militares” o de vedettes que hablan sin empacho su adhesión a la derecha y a la represión…., aquí tambien vemos que nunca hicimos una revisión real de las cosas y que el proyecto “del proceso continua con muy buena salud”
Como vemos aun estamos dominados por el pensamiento ideológico generado el 24 de marzo de 1.976 y nadie dice nada…….
Recuerdo cuando niño que estos días, eran de festejo, de salir a divertirse con toda la comunidad sin importar edades ni estilos socio – económicos, era la época de igualdad en la alegría, de hermandad y de estrechar vínculos para otro año de desafíos y trabajo, esto se daba en la “chaya” en el mojar y ser mojado con agua y harina o en la fiesta de comparsas o de clubes.

No será tiempo, que en este bicentenario que se esta vendiendo por ahí, ya que no hay sueños nuevos, se nos devuelvan aquellos que nos quitaron, por que si volvemos a experimentar, seguramente aprenderemos a soñar cosas nuevas…., una pena que no haya politicos o aquellos que se dicen dirigentes que lean esto, para ver si se les prende una neurona y comencemos de una vez por todas a extirpar los pichimatay generados por el proceso.
Juan Carlos Montenegro
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