domingo, 27 de diciembre de 2009

" LA CITA " por Pettro

Ayer Carabonita me dio cita a la noche. Justo cuando yo debía hacer tramites administrativos y el termómetro se ha vuelto loco salta de 1 a 16° en cuestión de horas. Ya nadie sabe como vestirse, si de primavera o de invierno y por supuesto la gripe-A está de fiesta. La gente saluda tosiendo y los otros responden estornudando. Pero yo tenía cita con Carabonita y no quería contagiarme si por las dudas me dejaba darle un beso, así es que decidí abrigarme bien. Me puse un buen pullover y encima una campera, encima de la campera me puse una parka y sobre la parka un sobre-todo. Sin embargo había un problema, los virus entran por la boca y la nariz, y me puse a buscar un barbijo que me regaló una amiga enfermera, pero como no lo encontraba me cubrí con una sabana que estaba dando vueltas para ser lavada. Cuando estaba saliendo de casa el vecino me miró sorprendido y me dijo “Espere un minuto”, luego entró a su casa y salió con un bonete que me lo enchufo en la cabeza hasta la altura de mis ojos. “Ahora no tendrá frío” dijo tentado de la risa porque hacia un calor bárbaro.




En Francia el tiempo es imprevisible, ayer hizo 20° y yo transpiraba como loco. En la calle la gente me miraba entre curiosa y divertida, seguramente pensarían que soy extranjero, pero eran suposiciones de los franceses porque ellos no podían saberlo, lo único que se me veían eran los ojos. De todas maneras yo no podía explicarles a todos que había visto la foto de Carabonita en el foro y bien valía la pena ese pequeño sacrificio. No todas las noches una joven bonita me daba cita a escondidas.



Aprovechando que era temprano entré a un bar a tomar un café y ¿a quién descubro?... En la ultima mesa estaban sentados Solangel con el Zeus que comía a escondidas un pionono con dulce de leche que le había llevado la Nessy. En la mitología griega los dioses siempre fueron caprichosos, pero Zeus el de Bumerang es ademas egoísta y no le gusta convidar a nadie; entonces me fui sigilosamente hasta la mesa donde estaban los tres. Con un poco de suerte lograba que el dios de Bumerang me invitara con el postre o pagara un café.



A mí siempre me gustaron las sorpresas cuando soy yo quien las hace y no los otros que me la hacen a mí. El Zeus me vio y abrió grandes los ojos mientras trataba de esconder el postre debajo de la banqueta donde estaba sentado y la Nessy casi ni me saludo porque estaba tentada de la risa. Apenas si podía respirar del ataque que le había dado. La Solangel me miraba absorta como si yo fuera un enviado del Huguito para controlar lo que estaban comiendo.



Entonces el Zeus me preguntó si me había puesto la sabana en la cara por admiración a Michael Jackson. Pero yo se que eso lo dice por envidia porque su novia lo influencia con lo gótico y hasta es capaz que al pionono en vez de dulce de leche lo haga con sangre cuajada de gato. La Nessy seguía matándose de risa. Pero lo que me llamó la atención fue que estaba sobre un charco de agua como si también ella recién hubiera llegado. Yo miré hacia afuera porque tenía la idea que había sol esa tarde, pero La Nessy enseguida aclaró que cuando se tentaba de la risa se hacia pipí encima.



La Solangel es más condescendiente y solo sonreía. Ella me preguntó si era una nueva moda francesa vestirse así. Entonces le expliqué que tenía una cita con la chilena Carabonita, pero como me seguía mirando absorta aumenté mi voz. Yo se que la venezolana es medio desgraciada y que me agrediría con sus cargadas. Entonces lo mejor era frenarla gritándole de antemano. Grite tres veces explicandole que me estaba enamorando de Carabonita, pero Solangel seguía inmutable como si no comprendiera nada o no quisiese comprender mi amor por Carabonita. Yo estaba por gritar más fuerte para que todos se den cuenta que con celos no se va a ningún lado. Pero el mozo se me acercó y me dijo que parara de jetonear que asustaba a los clientes, que lo mejor era que me pusiera del otro lado porque la venezolana es sorda de la oreja izquierda.



Entonces me dije que no importaba lo que piensen esos tres atorrantes envidiosos de que una chilena bonita se haya fijado en un gordito como yo, porque si había aumentado algunos quilos de más este ultimo tiempo no era para disfrazarme de Papa Noel para engrupir a mis nietos sino que cuando hago la comida le erro a menudo en la cantidad de elementos. La cuestión es que anoche yo pude estar en la cita con Carabonita con un ramo de flores y sin haberme agarrado la gripe-A. Y todo para poder robarle un beso cuando se descuidara. Entonces pensé: ¡Las cosas que uno puede hacer por amor con las chicas de Bumerang!

2 comentarios:

  1. ¬¬ TIOOOOOOOOO YO NUNCA ME HICE PIS DE RISAAAAAAAAAAAA ggrrrr ya veras!!!

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  2. Ah no?... Me parecia que era eso jajajaja Sobrina tkm
    Pettro

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