sábado, 23 de octubre de 2010

Reflexión y Pensamiento de viaje por Juan Carlos Montenegro

Allá por 1990, cuando el menemato comienza el desmantelamiento y la entrega del patrimonio nacional a empresas privadas, la resistencia popular se da como siempre en los grupos sociales mas expuestos en sus derechos y mas vulnerables en el saqueo de sus pertenencias.

Uno de los lugares entregados en el primer momento por el ministro Dromi, paladar negro del neoliberalismo, fue el área petrolera del Palmar, que limitaba al norte con la Republica de Bolivia y que comparten las provincias de Salta y Formosa….., allí los hermanos wichis y tobas se opusieron a ello….., y fue por allí en donde se dio el brote epidémico de cólera que diezmo comunidades enteras.

Por supuesto se hablo mucho de la epidemia y se montaron campañas preventivas en las grandes ciudades y no en donde hacia falta, ya que era el arma biológica que termino con los molestos indios que se oponían al progreso del país……

De esta manera Palmar Largo entro en producción y las pocas comunidades que quedaron entraron en un estado de pobreza y de miseria aun mayor.

Esto fue el inicio de un genocidio encubierto que se dio con el proceso de construcciones de gasoducto en el norte, que hasta hicieron desafectar Areas Naturales Protegidas para su construcción y de paso lotear el resto para la frontera agrícola transgénica en expansión, o el patoterismo de las empresas petroleras en Cuyo y en la Patagonia.

Recién por el 2001 se comenzó a discutir políticamente leyes de presupuestos mínimos para la protección del patrimonio, derechos estos conocidos como difusos para el liberalismo, ya que el sistema natural lo que menos tiene de difuso…., llegando a votar la Ley de Bosques hace solamente 5 años.

Estos viajes que me han llevado nuevamente al conocimiento de realidades que están encubiertas por el poder económico, me han hecho ver que nada a cambiado en algunas cosas, ya que los enormes excedentes económicos que dan los transgénicos , especialmente la soja , son vertidos en el triangulo del Chaco, Salta y Formosa, desmontando enormes áreas de bosque, con una nueva diáspora de las comunidades indígenas y la perdida de la biodiversidad sin que nuevamente nadie diga nada o se publique nada,

Aun se continua con la mentira liberal sobre la construcción de la división de trabajo y de la economía de un país, con las llamadas Cuentas Nacionales, en donde la actividad primaria se da con la agricultura, la ganadería y la silvicultura tradicional, no extensiva.

Es hora entonces que reflexionemos y que nos replanteemos como país, aquello que agregamos en nuestra constitución el los artículos 51 y 53, en donde el ambiente y los sistemas naturales son la base de nuestro Patrimonio Nacional.

Juan Carlos Montenegro

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