Listo,
el Salón del Libro de París cerro sus puertas hasta el año próximo y comienzan
los balances de la participación argentina como país de honor este año 2014.
Si bien
se abrieron las puertas del Salón del Libro de París con fuertes sospechas de
censuras y otras yerbas, como ya había sucedido en Alemania. La realidad mostró
otra faceta. Este fue un Salón verdaderamente literario y cultural. Sólo el
lunes 24 se sintió un fuerte contenido político y por cierto oficialista; pero
eso era lógico, los mismos franceses lo esperaban porque la fecha lo imponía.
En
resumen: si hubiera que darle una nota a la participación argentina en el Salón
del Libro seria la de un buen 8.
Frankfurt
fue un mitin político del oficialismo, cada 5 minutos los vídeos transmitían la
imágenes de Cristina y hasta se habían propuestos iconos oficiales como
Maradona, Gardel, Evita y el Che que no tenían nada que ver con la literatura y
que tanto escandalizó a los europeos. En París, no se vio nada de eso, ninguna
imagen de La Presidente colgada en algún muro ni en el enorme vídeo que se
proyectaba permanentemente, y hasta el discurso de ella en la inauguración no
fue partidario sino mas bien ecuménico y cultural. Se podría decir que el Salón
de París fue un Salón de la cultura literaria Argentina, cosa que los franceses
terminaron aplaudiendo.
Los
escritores no oficialistas o marginales que estuvieron ausentes pasaron
desapercibidos porque la mayoría de sus obras estaban expuestas junto a esos
otros considerados oficialistas. Había libros de escritores argentinos de todas
las generaciones y todas las tendencias políticas, incluso algunas pequeñas
editoriales, demasiadas pequeñas que hicieron un enorme esfuerzo económico para
estar presente que se allegaron con el fin de también hacerse conocer en
Francia, los organizadores argentinos le hicieron un reducido espacio para que
también mostraran sus autores. Se abrió un largo corredor de exposición para
todos los autores argentinos o editoriales que no podían participar por falta
de material o de estructura que fue muy visitado por los europeos. A nadie se
le negó la posibilidad de presentar sus obras.
Entonces; por qué un buen 8 y no mas? Simplemente porque la venta de los libros en el Pabellón de Argentina fue monopolizado por el Fnac y vendía los libros más caro que en el resto del Salón.
Así terminamos con esta serie dedicada al Salón del libro - París 2014. No nos queda más que agradecer a nuestro Corresponsal exclusivo. Un lujo que pocas radios se dieron !
GRACIAS Juan Carlos! Impecable el informe!
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